HASTA EBER LUDUEÑA HABLA DE NOSOTROS!!!
Peripecias de televidente. Por Eber Ludueña
17/06/2010 - 22:36 No puedo creer mi mala suerte. Tras que no tengo cable porque me lo cortaron por falta de pago, llegué a El Esternón, la parrilla al paso con morcipán libre donde veo los partidos importantes, y estaba cerrada. Pero no por la AFIP, ni por la Organización Mundial de la Salud: cerró porque se fueron a un bar a ver el partido. Así que tuve que correr más que en un Douglas Haig-Brown de Arrecifes (1) para llegar al supermercado "Alegría", de mi único amigo coreano, Kim Son Moon, y ver el match en un televisorcito así de chiquitito, que está puesto en un estante alto, en medio de toda una ornamentación navideña, que no sé por qué los orientales mantienen durante todo el año en sus supermercados. Sea o no Navidad.
Pasando ya al análisis puro, debo aplaudir al técnico del seleccionado argentino. Diego Maradona no se dejó sorprender por la triquiñuela táctica que propuso el otrora recio centrocampista Huh Jung-Moo. No solo tiene en el equipo a todos jugadores imposibles de diferenciar para nosotros los occidentales (2) sino que se tomó el trabajo de incluir en el plantel a siete jugadores de apellido Kim y otros seis llamados Lee. Una orden de Alejandro Mancuso tan simple como la de "Jonás, a Kim marcálo por adelante", podía convertirse en un enigma peor que de la esfinge de Tebas. Pero Diego lo resolvió fácil: les dio las marcas identificando a los rivales por el número de camiseta.
Después, pasó lo que tenía que pasar. Gabriel Heinze volvió a ser clave en la apertura del marcador: si no la metía el coreano Sum en contra, atrás venía el Gringo para definir con un zurdazo certero. Todos hablan de Messi, de la tripleta de Higuaín, del Kun Agüero. Pero la televisión sudafricana, en cada gol o jugada de riesgo, repitió en super slow el rostro sonriente y con dientes apretados del hijo pródigo de Crespo. Algo me dice que este será su mundial, y la reivindicación para todos los que nos identificamos con su entrega, su tesón y su rusticidad.
Por suerte ya quedó atrás Corea del Sur. Les confieso que, con esto de las nacionalizaciones, mi gran temor era que, como le pasó a España, que perdió con un gol de un suizo negro que resulta que nació en Cabo Verde (3), a nosotros nos abrocharan con un gol de un coreano rubio y de rulos como David Bisbal. Porque hay que ser honestos: de algo así no se vuelve.
(1) En un lateral, me di vuelta y me tomé los genitales, pero solo porque tenía hongos y no aguantaba más. "Cabeza de Martillo Hidráulico", el jefe de la barra de Brown, no lo entendió así.
(2)Ya resulta difícil mandar a un compañero a seguir a un rival si no se le puede decir: "marcá al de celeste" o "que el de Atlanta no le pegue", imaginate todos vestidos iguales y con el mismo rostro.
(3)No era ni brasileño, ni polaco como los de Alemania, ni siquiera noruego: era de Cabo Verde
FUENTE:http://www.misionmundial.com.ar/equipos/Peripecias-televidente-bPor-Eber-Luduenab_0_281971912.html
17/06/2010 - 22:36 No puedo creer mi mala suerte. Tras que no tengo cable porque me lo cortaron por falta de pago, llegué a El Esternón, la parrilla al paso con morcipán libre donde veo los partidos importantes, y estaba cerrada. Pero no por la AFIP, ni por la Organización Mundial de la Salud: cerró porque se fueron a un bar a ver el partido. Así que tuve que correr más que en un Douglas Haig-Brown de Arrecifes (1) para llegar al supermercado "Alegría", de mi único amigo coreano, Kim Son Moon, y ver el match en un televisorcito así de chiquitito, que está puesto en un estante alto, en medio de toda una ornamentación navideña, que no sé por qué los orientales mantienen durante todo el año en sus supermercados. Sea o no Navidad.
Pasando ya al análisis puro, debo aplaudir al técnico del seleccionado argentino. Diego Maradona no se dejó sorprender por la triquiñuela táctica que propuso el otrora recio centrocampista Huh Jung-Moo. No solo tiene en el equipo a todos jugadores imposibles de diferenciar para nosotros los occidentales (2) sino que se tomó el trabajo de incluir en el plantel a siete jugadores de apellido Kim y otros seis llamados Lee. Una orden de Alejandro Mancuso tan simple como la de "Jonás, a Kim marcálo por adelante", podía convertirse en un enigma peor que de la esfinge de Tebas. Pero Diego lo resolvió fácil: les dio las marcas identificando a los rivales por el número de camiseta.
Después, pasó lo que tenía que pasar. Gabriel Heinze volvió a ser clave en la apertura del marcador: si no la metía el coreano Sum en contra, atrás venía el Gringo para definir con un zurdazo certero. Todos hablan de Messi, de la tripleta de Higuaín, del Kun Agüero. Pero la televisión sudafricana, en cada gol o jugada de riesgo, repitió en super slow el rostro sonriente y con dientes apretados del hijo pródigo de Crespo. Algo me dice que este será su mundial, y la reivindicación para todos los que nos identificamos con su entrega, su tesón y su rusticidad.
Por suerte ya quedó atrás Corea del Sur. Les confieso que, con esto de las nacionalizaciones, mi gran temor era que, como le pasó a España, que perdió con un gol de un suizo negro que resulta que nació en Cabo Verde (3), a nosotros nos abrocharan con un gol de un coreano rubio y de rulos como David Bisbal. Porque hay que ser honestos: de algo así no se vuelve.
(1) En un lateral, me di vuelta y me tomé los genitales, pero solo porque tenía hongos y no aguantaba más. "Cabeza de Martillo Hidráulico", el jefe de la barra de Brown, no lo entendió así.
(2)Ya resulta difícil mandar a un compañero a seguir a un rival si no se le puede decir: "marcá al de celeste" o "que el de Atlanta no le pegue", imaginate todos vestidos iguales y con el mismo rostro.
(3)No era ni brasileño, ni polaco como los de Alemania, ni siquiera noruego: era de Cabo Verde
FUENTE:http://www.misionmundial.com.ar/equipos/Peripecias-televidente-bPor-Eber-Luduenab_0_281971912.html
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